En Brasil, un sujeto fue salvado por su propio celular al enfrentarse a un robo armado, donde recibiría un balazo, pero este sería bloqueado por su smartphone Moto G5, mismo que curiosamente tenía una carcasa con el personaje antibalas Hulk.
El incidente tuvo lugar el pasado jueves en el área rural de la municipalidad de Petrolina, una región al noreste del país. A la víctima se le disparó durante el intento de robo. Rápidamente, se le trasladó al University Hospital.
Afortunadamente, la bala no logró penetrar la piel gracias a que el Moto G5 lo protegió. De acuerdo con el doctor Pedro Carvalho, la bala había rozado la cadera de la víctima y, aunque estaba herida, solo sufrió un pequeño hematoma.
Con respecto a los delincuentes, ellos habían logrado escapar para cuando la policía llegó. Por su lado, el doctor Carvalho publicó las fotos del Moto G5 en Twitter, donde rápidamente se viralizaron junto con la increíble historia.
E o paciente que foi admitido na emergência após ter sido baleado num assalto e a bala parou no celular!!!
— Pedro Carvalho (@Oparbento1) October 7, 2021
Detalhe para a capinha do celular. pic.twitter.com/EUoyN0LMoH
Por último, el Moto G5 sí sufrió una muerte. La bala lo dañó fuertemente externa e internamente. Nada de él funciona después del impacto. Su muerte es honorífica, ya que salvaría la de su dueño.
¿Son los Motorola los smartphones más resistentes actualmente? Visítanos diariamente para que no te pierdas ninguna noticia. Suscríbete al canal de YouTube donde verás El Recuento y reviews de smartphones. Además, no olvides los streamings especiales en Twitch y podcasts en Spotify.
Tal vez si la bala hubiera penetrado un poco más, otro gallo estaría cantando.
Si la bala hubiera llegado a la batería lo suficiente como para perforarla, seguramente ésta habría explotado.
Afortunadamente nada de esto pasó y no queda más que la anécdota.
Lo malo es que dejaron sin celular al pobre hombre jajaja.
Que mal que lo dejaran sin celular pero por lo menos no le costo la vida sino solo el celular aunque pobre hombre